Mea culpa

Un homicidio que pudo convertirse en el crimen perfecto, al cabo de cinco años, es descubierto gracias a que su autor confiesa, impulsado por el propio programa, ya que él era un asiduo televidente de Mea Culpa. Durante la emisión de un episodio, se vio reflejado en la historia que estaba viendo. Simplemente, el peso de la conciencia lo hizo entregarse y revelar el delito cometido años antes.

Raúl Zúñiga (Luis Wigdorsky Jr.) es un fanático religioso que tortura y mantiene encerrados a su esposa e hijos, sin permitirles ir al colegio o recibir atención médica oportuna. Comete abusos deshonestos en contra de sus hijas, e incluso llega a asesinar a su hija menor ¿Hasta dónde llega la sumisión de una madre que no es capaz de velar ni salir en defensa de sus hijos?

Rossana (Jacqueline Betancourt) es una mujer de trabajo que fue abandonada por su esposo, dejándola con tres hijos de 18, 15 y 14 años, Dadas las necesidades David (Alejandro Franco), el mayor- quien trabaja en el rubro de la pesca-, se fue convirtiendo poco a poco en el hombre de la casa, ciertamente como una forma de reemplazar al padre ausente. La llegada de un hombre a la casa no dejó de incomodar a David. Si bien para él la presencia de un padrastro le daba a los suyos un sentido de familia, en lo personal, había un espacio de autoridad que podría verse afectado con la incorporación de un extraño en la casa.

La muerte de su madre trastoca a tal punto la personalidad de Rubén Millatureo (Marcelo Maldonado) que termina convirtiéndose en un despiadado asesino en serie, conocido como "El Chacal de Queilén".

En el pequeño pueblo de Larmahue, ubicado a pocos kms. de San Vicente de Tagua Tagua. se origina esta historia conmovedora, pero que también nos permite reflexionar sobre cuánto apreciamos la vida y al ser humano.

El joven Patricio Borne (Marco Monsalve) vive en un modesto hogar en Cartagena. Desde muy pequeño, se dedicó a las faenas de mar, convirtiéndose en buzo, cuyo oficio le permite eventualmente realizar labores de salvataje, Su hermano Eduardo (Arturo Ruiz Tagle), también buzo, estuvo trabajando en Puerto Montt. Y ahora, luego de mucho tiempo, ha regresado a casa.

Emilio (Horacio Álvarez) maltrataba a sus hijos. La tendencia al alcohol, lo fue convirtiendo en un padre sádico y castigador. Esto permitió que ninguno le tuviera suficiente aprecio. Esto repercute especialmente en Javier (Francisco Pérez), el menor, que desarrolla tempranamente adicción a las drogas.

El fortuito encuentro de Jorge (Héctor Escudero) con Pilar (Francis Gálvez) tuvo para ambos algo de magia. Con ese espíritu, quedaron de verse al día siguiente. La madre de Pilar (María Angélica Díaz) trabaja hace muchos años como empleada puertas afuera. Precisamente, la confianza y el cariño que le tiene su patrona, permitió que su hija pusiera un puesto de ropa a la salida de su negocio, en Patronato.

En la esperanza de ayudar a su familia en Temuco, Sofía Huentenao (Ximena Flores) se vino a Santiago con su esposo y sus dos hijos. Arrendó un par de piezas y trabaja como asesora de hogar en una casa en Las Condes.

Esta historia es impactante y se quedará por mucho tiempo en la memoria de quienes la conozcan. Sin lugar a dudas, nos podremos sentir identificados con las víctimas, porque esta es una lección de vida que le podría suceder a cualquiera. Y es quizás ahí donde radica toda su fuerza ejemplarizadora.

En la época de cosecha de 1997, llegaron hasta la ciudad de Rancagua tres hombres provenientes de distintos puntos del país. Todos ellos buscando una oportunidad laboral. Por supuesto, no se conocen, pero la vida los une para convertirlos en protagonistas de la historia más absurda y horrenda que registran los archivos policiales de este lugar.