Bad people

Bienvenidas de nuevo a Malas Personas, una temporada más de Victoria cagándose en todo y en todos. Hoy, la (autodenominada) reina del podcast confesional nos habla de reyes y reinas, como Luis II de Baviera, el rey twink más interesante, que siempre se escabullía de sus compromisos sociales para liarse con actores, cantantes y militares de la corte de Baviera. Pero no solo se centrará en los de castillo y pololos, sino también en las estrellas, las divas, las mejores en su campo, como ella (en su humilde opinión). Para eso viene al programa Jorge Ponce, que algo sabe de estar en lo más alto, de las batallas de audiencias, y sobre todo, que comparte su hobby favorito con Victoria: rajar. Por si acaso, nos vamos despidiendo de todos y todas, porque en este capítulo no va a quedar títere con cabeza.

Vuelve Padre Carmen y esta vez con algún que otro giro de guión. Como ya no les quedan temas sobre los que rajar y a Victoria no le quedan preguntas que hacer ya, han decidido dedicar este capítulo a Donald Trump. Un ser al que se le podrían dedicar infinitas temporadas de este podcast. Por todas sus virtudes, por supuesto, y por actos tan encomiables como cobrar un cheque de 13 centavos, el tío rata. La verdad es que no es ningún regalo que un capítulo de Padre Carmen lleve tu nombre en el título…

Hoy Victoria le dedica el programa a una persona muy especial: Ellen DeGeneres. Alguien que personifica muy bien una clase de perfil impaciente, exigente e intransigente: los tocapelotas, aquellos que se creen que pueden exigir una prenda a su medida en Zara y un prosciutto cotto italiano en el Vips solo por ser ellos, seres de luz especiales y únicos que merecen un trato exquisito (algo que, por supuesto, ellos no dan a los demás). Un sector de referencia en este sentido son los influencers, exigentes e impertinentes por naturaleza, y quién mejor para desmentir (o confirmar) todos los prejuicios de Victoria en este ámbito que Paula Gonu, la invitada del programa de hoy, posiblemente la única influencer que no siente un odio desmedido por ella.

La rajada de esta semana la protagoniza un mecánico sobre el que deberían caer la 7 plagas por engañar vilmente al Padre Carmen. Aunque quienes también tienen lo suyo son quienes hacen de las desgracias ajenas su forma de ser los protagonistas… Así que Victoria nos trae la solución para purgar el pecado del egocentrismo desmedido: ir a lo pequeño.

Hoy Victoria nos habla de gente con las mejillas tostadas, al borde del melanoma, siempre con energía desbordante, dispuestos a coger una mochila con piojos y recorrerse la India durmiendo en albergues compartidos con sus semejantes. Ellos son los aventureros, a los que, para sorpresa de nadie, Victoria odia con todas sus fuerzas. Desde aquí hace un llamamiento a todas esas personas para que no vuelvan a invitarle a sus cumpleaños en casas rurales, llenas de oligofrénicos, de las que no puede huir porque están siempre en mitad de la nada. Si hay una excepción a esto es Silvia Abril, la única aventurera a la que le gustaría tener cerca, porque, a pesar de sus ganas de vivir y de ser una apasionada del esquí y del paracaidismo, es una de sus cómicas favoritas.

En este capítulo vas a aprender junto a los gurús Padre Carmen y Victoria Martín que la mejor forma de conseguir la atención de la gente de tu alrededor es vivir tragedias bien gordas para dar pena. Además se dará respuesta a preguntas tan profundas como ¿qué personaje de ficción te gustaría ser? Victoria, sin duda, sería Wendoline. Un personaje muy especial que solo existe en su cabeza. Así que imagínate cómo será…

El tema de esta semana es aterrador, al menos para la presentadora del podcast. Tiene que ver con hacer amigas nuevos a partir de los 30. Porque, ¿qué razón iba a llevar a alguien a querer hacer esto? Pues la única que tiene sentido en la cabeza de Victoria: no estar a solas consigo misma. Mucho había tardado en sacar el tema, porque como bien es sabido por todos, no tiene ni idea (ni la quiere tener) de lo que es estar sola. Así que ha invitado a este capítulo a una persona que no solo lo sabe sino que lo disfruta: Mimi XXL. Es más, se podría decir que hasta está más a gusto que acompañada. Dos personas en las antípodas pero… a ver si a Victoria se le pega algo.

Divagar sobre por qué los ricos pagan por ir a clínicas para que te alimenten a base de un triste caldo de pollo (sin pollo) es a lo que se dedican el Padre Carmen y Victoria Martín en este capítulo. De eso y de la adicción de una de las dos a las lavativas anales (adivina quién). Por supuesto que con su consiguiente tutorial sobre cómo hacerlo, con todo lujo de detalles.

El crossover definitivo ha llegado: Beatriz de Vicente y Victoria Martín juntas en este capítulo de Malas Personas. Dos personas que ya tienen tela por separado, se han unido para hacer un capítulo en el que si terminas sin haberte quedado con la boca abierta al menos una vez, deberías hacértelo mirar. El tema sobre el que hablan son las pesadillas, y aunque pudiera parecer que la pesadilla de cada una sería llevar la vida de la otra… en el fondo son más parecidas de lo que nos creemos.

En el capítulo de hoy, Victoria nos da la mejor lección de su vida: NO PIENSES. Aunque no está muy claro si lo dice porque lo cree o porque quiere caerle bien al Padre Carmen. La cosa es que, a su vez, este capítulo se habla de una cantidad de eminencias y de teorías científicas, que no se si deberíamos cambiarle la categoría al podcast y decir que es de divulgación. Como siempre, la contradicción hecha episodio.

Hoy les toca el turno a los pijos, o mejor dicho, a los cayetanos, que aunque se parezcan, no son exactamente lo mismo. Se puede ser pijo ganando el salario mínimo interprofesional, porque ser pijo es una actitud, mientras que el cayetano es necesariamente de clase acomodada y lleva todas sus prendas de ropa de color beige o verde kaki. ¿Pero por qué no colocarles a todos en el mismo saco para poder meterse con ellos a gusto? Pues así va a ser, porque Victoria hace lo que quiere con su programa. Por eso ha decidido traer como invitados a gente como ella, con la que se siente en su salsa, dos pijos de tomo y lomo que escriben chistes y se ríen de las clases altas desde la comodidad de sus sillones de terciopelo, porque si hay algo que no pueden negar es que tienen el morro y el culo muy finos. Ellos son Pantomima Full.

Este es el primer programa de Padre Carmen dedicado al horóscopo. Sería algo destacable si no fuera porque Victoria y el Padre Carmen lo utilizan como pretexto para poner a parir a todo el mundo. Principalmente a Selena Gómez, Taylor Swift y Dua Lipa… Pero lo más importante del programa es que Victoria reconoce públicamente que es una niña robada ¿Será esto un clickbait o será verdad?. No lo sabrás hasta que no lo veas.

Nos complace anunciar que ¡Hay nuevo capítulo de Malas Personas! Esta semana Victoria propone hablar de LA ESTUPIDEZ. Y prometemos que no entendemos la elección del tema siendo el invitado el maravilloso Brays Efe. Sobre todo porque es de los pocos invitados que han sabido quién es la persona que está en el marco de fotos de la chimenea. Este es un programa con tantas conversaciones interesantes como pitidos de censura. Lo que lo hace bastante apetecible…. Entre reflexiones brillantes y rajadas máximas, este episodio es como un examen sorpresa: no sabes qué esperar, pero seguro te deja pensando (y riendo).

En el capítulo de esta semana de Padre Carmen el debate está en los propósitos. Victoria y el padre nos presentan el eterno debate: si los propósitos valen para algo o no. Y es difícil sacar conclusiones acertadas, sobre todo teniendo en cuenta algunos de los que se plantean es “caerle bien a la gente”. Algo ciertamente difícil para nuestras protagonistas. Pero no debemos perder la esperanza de aprender cosas nuevas con ellas, como la importancia de abrirse al amor. Y más si te empareja Victoria. Que el Padre Carmen nos pille confesados…

Victoria Martín rinde homenaje a un arte infravalorado y, sin embargo, esencial en la vida moderna: montar el pollo. Porque si algo nos ha enseñado la historia es que los cambios no los han traído los que se han quedado calladitos en su casa, sino los que han gritado, pataleado y montado el escándalo necesario. Aunque quizás, Victoria no se refiera a un “montar el pollo” tan profundo y se refiera a algo más como liarla en un restaurante porque no te han traído la sopa a los 37,5ºC exactos que a la señora le gustan. Y si hablamos de escándalo, brillo y saber hacer, no hay mejor invitada que Pupi Poisson, la drag queen que ha hecho del drama un arte y de la exageración un estilo de vida. Juntas repasarán sus mejores broncas, sus berrinches más icónicos y, por supuesto, analizarán cuándo es necesario prenderle fuego a todo y cuándo es mejor guardarse el pollo para otra ocasión. Porque, como bien sabe Victoria, la venganza es un plato que se sirve frío… y por la espalda.

Hoy, Victoria y el Padre Carmen se atreven a hablar de las parejas. Pero no de esas que se llevan bien y van a terapia. No, aquí se habla de las parejas que sienten la necesidad de discutir delante de todo el mundo, hacerte sentir incómodo y que, de paso, nos dan el espectáculo gratis. ¿Y qué decís de esas otras, que no solo se pelean a la vista de todos, sino que encima se dan el lote como si estuviéramos en una película de sobremesa?. Entre esto y que Victoria no hace más que querer buscarle pareja al Padre Carmen… Este episodio no tiene desperdicio.

Victoria Martín y el minimalismo: dos conceptos que jamás deberían ir juntos en una misma frase. Pero esta semana ha decidido explorar este mundo de los que dicen que “menos es más”, aunque en el caso de algunos, la realidad sea “más es mejor”. Si esperas encontrar aquí un manual de vida simple y ordenada, mala suerte. Pero si lo que buscas es a Victoria rajando de gente que tiene en cuenta el Feng Shui, adelante. Además esta semana le acompañan dos que no se quedan cortos rajando tampoco. Ver a estas tres personas juntas hablando de experiencias con ex-parejas indeseables o contando momentos de famosos actuando como auténticos divos déspotas no tiene desperdicio. Aunque claro, no esperes que den nombres, porque como bien dice siempre Victoria, las críticas siempre por la espalda.

Hoy en Padre Carmen, Victoria y Carmen se adentran en el fascinante mundo de los alquimistas, esos genios incomprendidos que querían convertir el plomo en oro, encontrar el elixir de la vida eterna o, en términos modernos, venderte un curso online por 500 euros prometiendo "manifestar tus sueños". No confundir tampoco con los espabilaos que te encuentras un sábado en Fabrik. Este episodio es un homenaje a todos esos visionarios… o más bien, a todos los que viven del cuento. Porque, en el fondo, ¿qué es la alquimia sino el timo piramidal medieval? Y también una pequeña reprimenda en este capítulo a la gente que no confía en la mezcla más maravillosa que ha creado el ser humano: el agua el y el jabón.

Esta semana, Victoria analiza el drama de la edad, sobre todo en las mujeres, porque mientras a los hombres les llaman “interesantes” con las canas, a nosotras nos venden ácido hialurónico hasta en el pan de molde. Y para hablar de esto, Lorena Castell, que tiene más energía que un niño hiperactivo con tres cafés y parece haber firmado un pacto con el diablo.

Internet nos ha dado nuestro merecido con una maldición camuflada de suerte: tener muchas opciones. Esta herramienta que nació para conectar el mundo y expandir el conocimiento, ha acabado siendo un vertedero de consejos absurdos de gente sin ninguna autoridad. En este episodio Victoria y el Padre Carmen analizan la epidemia de recomendadores profesionales: desde el gurú de TikTok que te dice que tu vida cambiará si escribes tres cosas por las que estás agradecido cada mañana (spoiler: no lo hará) hasta el coach nutricional que asegura que el gluten es el demonio mientras desayuna un cigarro y un café solo. Pero la pregunta es: ¿qué hace esta gente con el tiempo que les sobra después de tanto organizarse? ¿Invertir en criptomonedas? ¿Meterse un cuarzo por el culo para alinear el chakra del dinero? ¿Abrirse un canal de YouTube para explicarlo todo en detalle? Antes la gente vivía su vida y ya.

Ya sabéis que Victoria no se ata a los convencionalismos y es que ella habla del verano cuando nadie habla: en primavera. Porque según sus propias palabras “Esa zorra de la primavera no va a impedir que yo hable de lo que me de la gana”. Seguramente tenga tantas ganas de que llegue el verano porque es la época donde su equipo le cambia la hidratación habitual por la isotónica que más le gusta: la ginebra. Igual esto de hablar del verano cuando no toca también ha sido porque el invitado de esta semana es Quim Gutierrez y ella quería dárselas de rebelde (a ver si le seducía). Spoiler: no ha sucedido. Pero sí han sucedido otras cosas y como que Quim nos ha contado secretillos. Entre ellos si le gusta o no que le traten como a un rey inútil en los rodajes y que no le dejen mover ni un vaso.

Hoy en Padre Carmen hablamos de uno de los motores del ser humano: el enfado. Porque si algo ha aprendido Victoria en la vida es que lo mejor no es gestionar la ira, sino aguantárselo todo hasta explotar de golpe, preferiblemente un martes a las 3 de la mañana para que lo oigan bien los vecinos. Y hay que hablar de lo bonito que es discutir diciendo frases absolutas como “Tú siempre…” o “A mi nunca…” con lágrimas en los ojos y un zapato en la mano y luego arrepentirse. ¿Es mejor ir soltando pequeñas dosis de cabreo o dejarlo todo dentro hasta que un día termines pidiendo disculpas por haber llamado a alguien “error biológico”? ¿Y qué hacemos con esa gente que está enfadada todo el día? ¿Les pegamos un tiro o simplemente dejamos de invitarles a planes? Un episodio para aprender a discutir mal, como se ha hecho toda la vida.

Esta semana hay temazo. En análisis de una figura que ojalá fuera retórica, pero no: es bastante real. Se trata de Opinín Martínez: ese ser humano maravilloso (y un tanto insoportable) que siempre tiene algo que opinar, sin que nadie se lo haya pedido. Desde los consejos sobre tu vida amorosa hasta los dictámenes sobre tu vestimenta, Opinín tiene una opinión para todo, sin importar lo que sepa sobre el tema. ¿Y lo mejor? Se atreve a opinar hasta en los momentos más inapropiados, como si sus juicios fueran la única verdad absoluta. Un ejemplar que siente la necesidad de repartir "sabiduría" por doquier, sin miedo a la ignorancia. Para ello, Victoria ha invitado a Víctor Sandoval, quien también tiene muchas opiniones y no tiene miedo a compartirlas. Creo que no hace falta que digamos lo que puede surgir de la mezcla de estos dos.

En este nuevo episodio de Padre Carmen se habla de cine. O mejor dicho, de las cosas que indignan del cine, como las películas que, sin saber muy bien por qué, acaban nominadas a los Oscar. Victoria repasa las nominaciones más inmerecidas de la historia (entre ellas alguna de este año de una peli con nombre de mujer) y los criterios que convierten una peli en obra maestra mientras que otras son injustamente ignoradas. Premios, postureo, injusticias cinematográficas y el eterno debate sobre si lo importante es hacer arte o simplemente llorar mucho delante de una cámara. Un episodio para amantes del cine… o para los que solo lo ven para rajar.

La era dorada de Hollywood, llena de brillo y decadencia, nos llama una vez más. En este episodio, Victoria se sumerge en la trituradora de almas que es la industria cinematográfica: desde las orgías de Puff Daddy hasta el maquiavélico contrato de Joan Crawford que le obligó a abandonar su maternidad para seguir siendo una estrella. Entre historias de leones en rodajes, actrices que pagaban el precio de la fama con sus cuerpos, y un Tom Cruise obsesionado con las placentas, Victoria nos recuerda que Hollywood nunca fue un lugar para los débiles, ni para gente impresionable. Y para desmenuzar todo esto, Victoria invita a María Guerra, periodista y crítica de cine, quien nos hablará sobre el glamour detrás de las cámaras y las manchas que oculta la alfombra roja. Entre anécdotas de la industria y reflexiones sobre el cine español, no faltarán las preguntas incómodas.

odo el mundo quiere un premio. Aunque sea una palmadita en la espalda, un reconocimiento cutre en la oficina o una figurita que acumule polvo en una estantería de Ikea. Esta semana en Padre Carmen, Victoria y Carmen se preguntan qué valor real tienen los premios: ¿honores merecidos o simple teatro con lentejuelas? Pero como esto nunca es una conversación lineal, hacen parada en otros temas como los people pleasers, esas personas que viven para agradar a los demás, aunque eso implique anularse, sonreír cuando no apetece y aplaudir discursos absurdos. Un episodio que empieza en la alfombra roja y acaba en la consulta del terapeuta. O sea, lo normal en Padre Carmen.

Esta semana Victoria dedica el programa a la especie más sensible, intensa y a veces insoportable del planeta: los artistas. Esos seres mágicos que no pueden sentir nada sin convertirlo en una performance, una rima o una improvisación de danza contemporánea con cara de estar a punto de desfallecer. Entre homenajes a los grandes mitos griegos, ataques gratuitos a la danza moderna y una declaración de amor a su juanete llamado Ana Rosa, Victoria se sumerge en el drama eterno de la creación, el ego y las necesidades de atención mal gestionadas. Porque, como ella misma reconoce, lo que hay detrás de todo esto es pura envidia. Para seguir profundizando en la intensidad artística ha invitado a Aníbal Gómez, que viene a hablar de su don, de sus traumas y de sus artistas favoritos. Una entrevista entre delirante y reveladora, como no podría ser de otra forma con estas dos personas.

¿Qué dice tu ropa de ti? ¿Que tienes estilo? ¿Que sigues tendencias? ¿O simplemente que te pilló el día con resaca y una camiseta promocional de un after? En este nuevo episodio de Padre Carmen se habla de ropa, consumo y contradicciones. Porque entre quien se compra cinco camisetas por 2,50€ en Shein y quien se deja el sueldo de medio año en un bolso con nombre impronunciable, Victoria no se siente representada por nadie. Un episodio sobre lo que vestimos, lo que gastamos, lo que fingimos que nos importa y lo que no queremos mirar de frente: el fast fashion, el lujo extremo y esa necesidad absurda de aparentar algo en lo que ni siquiera creemos.

Esta temporada arrancó hablando de Donald Trump y cierra hablando de Elon Musk. ¿Qué más se le puede pedir a un podcast? Este último capítulo de la temporada tiene como protagonista a este señor que se cree el más listo de la sala, aunque su historial lo desmienta (como cuando estampó su McLaren sin seguro y lo contó como si fuera una anécdota entrañable). El Padre Carmen hace un repaso de sus basicadas favoritas, de su complejo de mesías tecnológico y a su extraña obsesión con vivir en un mundo donde todo funcione por domótica e inteligencia artificial... como si eso no diera ya bastante miedo. Un episodio para hablar de millonarios con ínfulas, de ideas que parecen visionarias hasta que las piensas un poco, y de cómo hemos acabado viviendo en un planeta gestionado por gente que tiene nombre de marca de router.