El legado histórico es uno de los elementos que mejor define y proporciona identidad cultural a esta singular comarca del Maestrazgo. El nombre de "Maestrazgo" surgió para denominar el territorio bajo jurisdisción de los antiguos "maestres" de las Ordenes Militares que durante el medievo dominaron estas montañas. Romanos, cartagineses, visigodos, árabes... todos ellos enseñoraron estas serranías recorridas por Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, en su ruta del destierro. En Tronchón se elabora el delicioso queso que lleva su nombre y en la zona de Cantavieja se puede degustar un riquísimo jamón.

Siguiendo el río Tietar te internas en una de las más hermosas comarcas de la provincia de Cáceres. La Vera. Atraviesas hermosos pueblos como Valverde y, si llegas en la época, te encuentras con costumbres como el famoso "Emparado". Situada al sur de la Sierra de Gredos, recibe de ésta abundante agua y las gargantas descienden impetuosas desde las lomas. La nieve pone una nota hermosa a esta tierra en la que las cosechas de tabaco son una de las fuentes de riqueza junto con el excelente pimentón. Más allá, tras pasar por Jaraiz de la Vera y antes de llegar a Plasencia, se encuentra Yuste, el lugar elegido por Carlos I para acabar sus días.

Desde Potes al mar hay que seguir el rio Deva. En Potes te encaras a una villa que encierra, en sus proximidades, el hermoso lugar de Puente Dé, uno de esos rincones increíbles por el trazado de sus riscos y montañas, y te topas con el recinto de los Camachos, donde puedes beber un excelente orujo o comer un increíble cocido montañés. Luego debes atravesar el estrecho de la Hermida para llegar a Panes, donde el río se remansa, el valle se abre y los amigos te saludan con esa cordialidad tan asturiana. Todo es bravo en ese entorno, y a pesar de la suavidad de los praderíos, las crestas de los picos le dan al entorno un aspeto altivo y grandioso.

Nacido en Somosierra abre a tajo las tieras segovianas en cuanto deja la montaña y entra en el llano. A sus orillas crecen Sepúlveda o Fuentidueña mientras el río se hace a veces misterioso y otra esconde centros religiosos en lo más hondo de la gran hoz del río. Desde las paredes verticales y crujientes, los buitres esconden silenciosos sus secretos como lo hacen las gentes de Cantalejo, que en sus formas de expresarse refugian el secreto de los viejos tratantes de ganado. En la hermosa Peñafiel, bajo el castillo, el río deja sus aguas contra las aguas más turbias y bruscas del Duero. Otra hermosa leyenda que se desvanece frente a la realidad.

En el centro de la Almería interior encontramos pueblos en los que el pan sabe a horno y a leña, el vino a uva pisada y los embutidos a la matanza. Decir macael conlleva pensar en su tesoro más preciado y escondido: el mármol de sus canteras, que ha llevado el nombre de esta población bien lejos de las fronteras de España. En la solana de la Sierra de los Filabres se alzan Olula, un añejo pueblo con casas que se escalonan entre olivos y almendros, y serón con su imponente castillo. En Olula se celebran las tradicionales fiestas de carretillas y roscos entre fuegos artificiales. Es plato típico de urracal las migas serranas que son ciertamente deliciosas.

La sierra de Guadarrama tiene dos comarcas bien definidas: la rica, la de los pueblos de buenas colonias de veraneantes, y la pobre. Elegimos esta última y en duro paseo llegamoas a Montejo de la Sierra, en pleno otoño, cuando las nuebes cubren las cumbres y el frío aprieta las paredes de las casas. A pocos kilómetros se encuentra el hayedo más meridional de Europa, junto a las primeras aguas del Jarama. Por los alrededores uno puede llegarse a muchos pueblos que aparecen, con ricos caseríos, abandonados; algunos han sido recuperados por "ocupas" que intentan sacarlos a flote a pesar de que la Administración pretenda echarlos, aunque, si no fuese por ellos, desaparecerían bajo la ruina y el deterioro

Del milagro de las aguas que vienen desde la próxima Sierra de Cameros, nació en Munilla, en Enciso y sobre todo en Arrendó, la importante industria zapatera de toda esta comarca, casi ignorada por la enorme fama recibida por las tierras vinateras. El río Cidacos da vida a una zona donde los murallones se agrietan en sus orillas y abre ricas huertas donde nacen desde los champiñones a las buenas conservas de toda la comarca.

Tarragona es de esas tierras que da pena abandonar por si, al alejarse, pudiera desvanecerse como un sueño. Su contraste paisajístico hace, que en pocos kilómetros, el caminante se adentre en el entorno verde, casi salvaje del abrupto Priorato. El inaccesible pueblo de Siurana que domina el paraje desde lo alto de un impresionante risco, los campos de olivares y avellanos plenos de luz y de intensos colores, y la seca sierra del Montsant recortando su perfil contra el cielo azul. En estas tierras pizarrosas de corazón mineral se elaboran vinos de terrueño, con cuerpo y carácter, aromas potentes y complejos, y cálida frutosidad. Aquí se cultivan viejas y excelentes garnachas y cariñenas que le dan su identidad.

Entra uno en la zona desde el valle del río Aragón y atravesando Sigues y Salvatierra de Esca se interna por duros angostos en el valle navarro. En la localidad de Roncal uno no debe dejar de ver el mausoleo y el museo dedicados a su hijo más famoso, Gayarre. Por los pueblos de la redolada uno encontrará la memoria de los viejos almadieros y que con sus almadía de troncos de árboles descendían hasta las orillas de Amposta y Tortosa. Isaba es como una respuesta al entorno por parte de gentes que han sabido entender lo que la naturaleza les ha dado. Desde alguna balconada se debe regirar hacia el sur y admirar todo el panorama que el ojo es capaz de asumir ante tanta belleza.

Hay una Mallorca turística atyravesada por miles de visitantes, pero la isla encierra tambien partes emocionantes y una de ellas es la Tramuntana, la zona rocosa del norte que guarda secretos hermosos como la localidad de Deiá, el caserío de Banyalbufar o la esótica cartuja de Valldemossa. Todo en esta parte tiene una acento extremecedor y épico, todo suena a grandeza de tiempos ya huidos. En el Plà, en el llano, Pollença representa lo contrario, el poderio de una agricultura floreciente. En Alcudia crece el buen arroz de la zona bajo el canto de dos paisanas que, rememorando tiempo, entonan las emocionantes tonadas de la plantá o de la recolección.

Ubicadas en el centro de la provincia de Ciudad Real se localiza un impresionante conjunto de más de 40 lagunas, navas y navazos conocida como "La Mancha Húmeda", que tiene en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel su cabeza visible. Estas tierras de La Mancha embargan el corazón con su olor a historía. Sobre una ligera mota cerca del río Guadiana, se encuentra el vetusto castillo de Calatrava la Vieja donde el alcalde Fitero fundó la Orden Militar de Calatrava. Siguiendo los pasos de La Orden llegamos hasta su posterior cobijo, el sacra convento de Calatrava la Nueva y su espectacular castillo, que dominan un hermoso paisaje fuertemente cimentados sobre las peñas del cerro del Algranejo.

Desde lo alto del castillo de Segura, el horizonte descubre una panorámica que comprende los territorios de las Sierras de Cazorla, las villas y segura y la linea plateada del río Guadalquivir, detenido en el pantano del tranco. Recorrer esta comarca de olivares situada al norte de la provincia de Jaén es adentrarse en la primera zona que tuvo a orgullo patentar la denominación de origen de su aceite. Meterse en sus grandes bosques es conectar con la gestes de segura verde, que te hablan de cómo en los tiempos de Fernando VI esta riquísima comarca maderera se transformó, por decreto real, en provincia marítima, con lo que duros enfrentamientos hicieron, para siempre, de esta zona un lugar de rebeldía.

En esta comarca el viajero va a encontrar desde unos paisajes donde la especulación del suelo desvertebra todo lo vertebrado, hasta lugares increíbles como el Palmeral de Elche o el lugar donde apareció la famosa Dama de aquella localidad. Si llegas en la época de la representación del Misterio es algo estremecedor cuando desde las alturas de la Catedral bajan los ángeles cantando las glorias de lo sucedido en la villa. Y luego, por la costa, Santa Pola y sus marineros y pescadores. Y Guardamar con sus últimas dunas a punto de desaparecer bajo el cruento hormigón. Por último el río Segura, agonizante, aún tiene fuerza para desembocar formando una pequeñísima ría desbordada por el sol de poniente.

Parecería que fuésemos siguiendo en el Programa al río Segura desde su nacimiento hasta su desembocadura en las orillas de Guardamar. Porque estas tierras van desde los ricos arrozales de Calasparra hasta las vertiginosas aguas de los templados baños de Mula. Toda la comarca está repleta de secretudos lugares o de internacionales arrebatos como los de la ciudad de Blancas, donde los trenes que exportaban los productos de la localidad lo hacían comparable a París y Londres en sus negocios. Y luego las tamboradas de Semana Santa que tañen desde bastante días antes hasta la noche de "la rompida" repercuten de ruido por todas las calles hasta hacer temblar los muros del castillo.

A pocos kilómetros de Bilbao se levanta la comarca de las Encartaciones, cuyo interés para nosotros, en primer lugar, era su posición de territorio fronterizo con tierras de Castilla. Esta vieja comarca industrial se encontraba, cuando anduvimos por ella, con graves problemas, y algunas fábricas, como la de boinas de la marca La Encaretada, acababan de cerrar. En Balmaseda se representa una curiosa Pasión de Semana Santa en la que participan todos los vecinos y, otro día, hacen un concurso de guisos a la manera de los antiguos maquinistas y fogoneros de trenes de vía estrecha, que es toda una fiesta porque todos los guisos se comen colectivamente. Y aseguro están muy ricos.

El Hierro es la más pequeña de las Islas Canarias. Sus 278 km cadrados de superficie nos ofrecen una gran diversidad paisajista: desde los áridos lajares y las fascinantes formaciones volcánicas del sur y el Oeste, hasta las fértiles tierras del valle de El Golfo con viñedos y plantaciones en la zona noroeste, pasando por los densos pinares y las laurisilvas de la zona central de la isla. Suele decirse que los habitantes de El Hierro son como una gran familia en la que todos se conocen. Cada 4 años una procesión de bailarines con gorros multicolores, chácaras y su clásico atuendo blanco y rojo lleva la imagen de la Virgen de los reyes desde su ermita hasta la villa de Valverde

De Treives parte el valle del río Navea, por tierras de Orense. En el camino podemos acercarnos a aldeas con una rica arquitectura popular, como, As Ermitas o Requeixo, que viven del pastoreo en la sierra. El nombre Navea formado por la raiz celta nav-, que significa vega o cuenca muy profunda coincide con la forma y características de la cuenca de este hermoso río, que corre por las empinadas laderas de sus valles, inmerso en frondosos bosques de caducifolios, formando hermosas cascadas a su paso. En esta mágica tierra de lobos, parafraseando a la escritora Emilia Pardo Bazán, la gente vive con intensidad las leyendas de antaño, los sacahuntos, los hombres lobo o los tesoros escondidos de los mouros.