My Retreat

En este episodio conoceremos tres retiros que tienen cada uno un siglo de historia. Hay una comunidad única a menos de una hora de Toronto que cuenta con todo lo que Muskoka puede ofrecer, a pocos minutos de la gran ciudad; un faro en la isla del Príncipe Eduardo que todavía funciona y brinda un lugar para dormir junto al fantasma local. Y una casa en un lago de Ontario donde las flores que la rodean son más antiguas que sus ocupantes. Las tres son únicas y están llenas de historia.

Casas al limite, desde un chalet en la cima de una montaña cerca de Whistler (Canadá), hasta una casa costera que está ubicada casi dentro del mar. Incluso pasaremos una noche en el Bed and Breakfast más sureño del país: El Faisán Errante en la Isla Pelee de Ontario.

En este episodio visitamos un lugar que, gracias a la tecnología de los barcos, ofrece unas casas esféricas que cuelgan de los árboles del bosque en Qualicum Beach, en la isla de Vancouver. También visitaremos a una pareja estadounidense que llegó a la isla de Pelee (Ontario) en ferry y convirtió un edificio abandonado en su divertida casa de verano. Y, por último, visitaremos las orillas del lago Mazinaw, cerca del Parque Provincial de Bon Echo, donde un extravagante chico de ciudad se hizo construir una cabaña de estilo japonés, en una propiedad a la que sólo se puede acceder por agua. Y el viaje en barco hasta allí forma parte de la experiencia en esta escapada única.

En este episodio visitamos una casa de verano redonda en una isla de la Columbia Británica a la que sólo se puede llegar en helicóptero. También visitamos a una elegante pareja que encontró una casa con piscina a una hora de distancia de su casa y la convirtió en un elegante Shangri-La. Y en Isla del Príncipe Eduardo, encontramos a un arquitecto que trasladó una antigua iglesia a su propiedad y la convirtió en una hermosa casa de campo.

En este episodio conoceremos tres retiros que tienen cada uno un siglo de historia. Hay una comunidad única a menos de una hora de Toronto que cuenta con todo lo que Muskoka puede ofrecer, a pocos minutos de la gran ciudad; un faro en la isla del Príncipe Eduardo que todavía funciona y brinda un lugar para dormir junto al fantasma local. Y una casa en un lago de Ontario donde las flores que la rodean son más antiguas que sus ocupantes. Las tres son únicas y están llenas de historia.

Una por una, la familia se ha dispersado construyendo nuevas cabañas en el mismo lago en el que crecieron. Es como si todo el lago fuera su retiro. Y en Ontario conocimos a un hombre que construyó un refugio para las cuatro estaciones del año, hace jarabe de arce allí con su padre en la primavera, y está enseñando a los niños, que disfrutan de este lugar todo el año.

Tres islas, tres familias, una comunidad increíble. Hay tres islas rocosas en la Bahía Georgiana de Ontario que albergan a tres grupos de personas completamente diferentes. La geografía los unió, pero ahora han formado una relación que se apoya mutuamente y permite la privacidad que todos buscan. También le mostraremos una de las famosas "cabañas flotantes" de British Columbia. Es parte barco, parte casa y todo diversión.

Las playas no son sólo para el Caribe. En este episodio visitamos tres casas de campo que no sólo están cerca de una playa, sino que se inspiran en ella. En la Columbia Británica, conocemos a una diseñadora que utilizó el agua, la arena y el sol para inspirar su casa de campo; en el otro extremo del país, en la Isla del Príncipe Eduardo, conocemos a un hombre que creó un singular B&B giratorio en la playa, que ofrece vistas de 360 grados del océano; y en la playa de Victoria, en Manitoba, conocemos a una familia que forma parte de la comunidad de veraneantes que construyó sobre lo que era el vertedero y creó un hermoso lugar ¡en el lado equivocado de las vías!

Cuando se trabaja como artista profesional, músico o poeta, las líneas entre el descanso y el trabajo se vuelven muy borrosas. Estas tres personas creativas han descubierto que sus casas de campo les permiten renovar y redescubrir su impulso creativo. Nos adentramos en las casas de campo de la músico de jazz Jane Bunnett, el poeta Al Purdy y el escultor Robert Murray.

Cuando vives en el campo y no quieres desplazarte a una casa de campo, ¿qué haces? ¡¡Construyes una casa de árbol para adultos en tu propio patio!!

Para el resto del mundo, Kirk Muller es un jugador retirado de la NHL y actual entrenador de la NHL. Pero aquí, en su casa de campo cerca de Kingston, Ontario, es sólo un marido y un padre. También visitamos un lugar de dimensiones reducidas en el que los creativos habitantes de la casa de campo han convertido su tocón golpeado por un rayo en un tótem del tamaño de un oso. Y, ¿Qué construye un arquitecto de Toronto para su casa de campo? Una cabaña única que se asemeja a una cabaña de pescadores en la Isla del Príncipe Eduardo, justo en el agua.

No se trata de cuánto te gastas, sino de cuánto te diviertes. Bobby Genovese no dice lo que costó su casa de campo, pero está claro que no escatimó en ninguno de los extras. Tiene una cascada artificial y un enorme tobogán de agua. También visitaremos al propietario de un cobertizo para botes en Lake of the Woods, Ontario, que en lugar de comprar una nueva casa de campo, ¡hizo levantar su singular casa de campo en tierra!

En este episodio conoceremos a un hippie americano en el norte de Ontario que lleva más de 40 años acampando en una roca, sin agua, sin electricidad, sin vecinos. También encontraremos una casa de verano en la Isla del Príncipe Eduardo, que es tan fiel a la tradición que haría que Ana de las Tejas Verdes se sintiera orgullosa. Y, por último, conoceremos a una familia que afirma tener la casa de campo más antigua de Muskoka y que aún sigue en pie.