Para Jerome Brudos, los zapatos de tacón se convirtieron en el centro de su sexualidad emergente, siendo tan solo un niño. Los vinculó a su despertar sexual y a un enfermizo fetichisimo que lo termino convirtiendo en un cruel asesino en serie.
Para Jerome Brudos, los zapatos de tacón se convirtieron en el centro de su sexualidad emergente, siendo tan solo un niño. Los vinculó a su despertar sexual y a un enfermizo fetichisimo que lo termino convirtiendo en un cruel asesino en serie.