Documentos TV

Desde que en los últimos años, un millón de ciclistas se han incorporado al tráfico rodado en Gran Bretaña, los conflictos han crecido en las atascadas carreteras, que comparten con los vehículos. Y el dato se conoce porque muchas de las personas que montan en bicicleta graban sus recorridos con las cámaras que llevan incorporadas en sus cascos. Documentos TV estrena un documental que ofrece una visión nueva del conflicto, sobre el terreno y con la perspectiva de ambos colectivos. DOS RUEDAS CONTRA CUATRO RUEDAS La herramienta ha permitido al colectivo ciclista grabar las infracciones que los automovilistas cometen sobre ellos y demostrar el deficiente comportamiento de los conductores de coches y camiones, a la hora de compartir calzada con las bicicletas. “Creo que hay gente que no soporta que haya ciclistas” afirma Gary, un joven que se traslada a todas partes con su bici. A veces hay solamente medio metro de distancia entre tú y el autobús y pasan por el medio Sin embargo, los automovilistas tienen una versión bien distinta de la historia como relata el camionero Jason, en Guerra en las carreteras británicas: “A veces hay solamente medio metro de distancia entre tú y el autobús y pasan por el medio, ¡es increíble!” , dice este hombre preocupado por la forma suicida de conducir de los ciclistas IMPRUEDENCIAS, MUERTES Y MEDIDAS DISUASORIAS Todos creen tener razón y defienden su corporativismo en el asfalto como si les fuera la vida en ello. Y ciertamente podría decirse que, en parte, así fuera. 118 ciclistas murieron el año pasado en el Reino Unido, la mayoría en zonas urbanas. El documental muestra desde percances que se escapan de las manos hasta fatales accidentes. También retrata la tendencia de algunos conductores a colgar las imprudencias cometidas en internet para avergonzar al infractor y para que resulten disuasorias. “Hay gente que es incapaz de controlarse, ya sean ciclistas, camioneros

Documentos TV retrata las secuelas del estallido de la burbuja inmobiliaria, donde se acumulan proyectos urbanísticos inacabados, millones de viviendas desocupadas y familias desahuciadas sin alternativa habitacional. Esqueletos de hormigón, viviendas abandonadas o desvalijadas, desmontes, terrenos urbanizados y sin construir, calles asfaltadas y rotondas por las que no pasa nadie, grandes zonas residenciales y nuevas ciudades, en parte habitadas, donde faltan servicios. El paisaje post burbuja muestra cientos -nadie ofrece un dato oficial- de urbanizaciones a medias, muchas alejadas de los cascos urbanos, en mitad de la nada.