Jules y Ren

Jules y Ren, tras mantener una charla aparentemente trivial sobre pensamiento lógico e intuitivo, acuden hasta la puerta de un restaurante chino. Jules no quiere explicarle a Ren lo que hacen allí, pero es obvio que está buscando a alguien. Aunque Ren trata de averiguarlo, Jules escapa con evasivas. Al dejar el restaurante acuden al encuentro de su nueva clienta: Una misteriosa mujer llamada Señora Gloria. Tras dudar de la capacidad de nuestros protagonistas para resolver su caso, y, demostrándole estos sus increíbles capacidades detectivescas, la señora Gloria les cuenta su inquietante historia: Una macroempresa tecnológica ha solicitado su servicio para visionar y detectar vídeos peligrosos en sus foros. El problema es… Que Gloria, en realidad, es ciega. Y, por si todo esto fuera poco, un coche lleva horas siguiéndolos.

La señora Gloria contrata finalmente a Jules y Ren para ayudarla a resolver su caso. Les narra con todo lujo de detalles cómo sucedió la historia: Se entrevistó con el dueño de la empresa, un multimillonario también ciego, que le estuvo hablando de las capacidades especiales de la gente invidente. Gloria aceptó el trabajo, que consistía en sentarse cada día frente a un ordenador y apretar un botón rojo si pensaba que el contenido era violento o potencialmente peligroso. Cuando llevaba ya varias semanas trabajando allí, se presentó en la oficina y todo había desaparecido: los carteles, los muebles, todo. Preguntó al dueño del edificio, pero este decía no saber de qué le hablaba. Y, de pronto, mientras Gloria cuenta su historia, les disparan desde un coche. Es el coche que los sigue. La cosa parece estar poniéndose seria, pero... ¿Qué demonios está pasando aquí?

Jules y Ren entran de lleno en la investigación, recaban información sobre Teresa y Lendoiro, los dos únicos trabajadores de la señora Gloria, mientras alguien de ApaTech (la empresa tecnológica) los llama para amenazarlos. Jules teje una treta para ver en persona a Lendoiro, aunque todavía no sabemos buscando qué resultado. Algunas de las piezas parecen empezar a tener sentido. Y cuando todo parece calmarse de una vez... Alguien entra en el coche y los amenaza con matarlos.

Tras ser amenazados por una trabajadora de ApaTech con una pistola, Jules y Ren descubren que la señora Gloria no es, en realidad, ciega, y que, además, su prima Teresa la espía. Tras ello, se juntan con el oficial Carrillo y un tal señor Villarroya para ir hasta un misterioso lugar que resulta estar en la misma manzana que la casa de la Señora Gloria. Por el camino, Jules le revela a Ren lo que ya ha logrado averiguar: Lendoiro es, en realidad un peligroso criminal llamado la Zarigüeya.

El lugar en el que convergen todos, resulta ser el almacén de una galería de subastas de piezas de arte. Allí, Jules, les explicará al resto cómo ha sabido que ese es el lugar exacto al que van a llegar los criminales, cómo lo ha averiguado, y cuál es la relación de este robo con ApaTech y el caso de la señora Gloria. Pero la Zarigüeya no piensa dejarse atrapar tan fácilmente.