Las echábamos de menos pero Soy una pringada y Yenesi ya están de vuelta para MODERAR más que nunca.

¡Que alguien me explique cómo puede ser que acaben de volver y ya estén organizándose para irse de vacaciones! Ni Soy Una Pringada ni Yenesi se van a mover de la oficina por muchas maletas que preparen en el nuevo episodio de Las Moderadoras.

Una cosa es cuando a Yenesi se le olvida que tiene que venir a trabajar, pero si se ha olvidado de la lonchita de pavo y el tequifresa... es porque ha pasado algo grave.

Aprovechando que el jefe se ha ido de vacaciones, hemos decidido montar nuestra propia fiesta del orgullo en la oficina. ¿Quién se apunta?

Soy Una Pringada y Yenesi están fuera de época, no sé si es que les ha dado un golpe de calor o qué, pero han acabado en los 2000s. Y algo me dice que en estos años no estaban preparados para estas dos.

Técnicamente Soy Una Pringada y Yenesi son las alcaldesas de Prime Video. Así que las necesitamos preparadas para el día en que nos elijan como pueblo participante en el Grand Prix.

No es fácil dar malas noticias, pero... en este nuevo episodio toca despedirse del alma de este programa, la única colaboradora que nunca me fallaba y que realmente trabajaba... No puedo seguir.

¿A quién no le apetece un buen perrito caliente? La oficina de las moderadoras se ha transformado en un supermerca... ¡ESPERA! ¿QUÉ ES ESO? ¡UN SALCHICHA HOLE! ????

Para fomentar el buen ambiente laboral hemos implementado el día de traer a un amigo al trabajo, ni por esas van a trabajar más, pero bueno... Por lo menos hemos disfrutado de la compañía de Amanda y Junior Healy.

Os diría que parece que fue ayer cuando contratamos a dos nuevas becarias encantadoras, pero la realidad es que con la que nos han liado el camino hasta los 50 programas se ha hecho bastante duro. Pero hay que celebrarlo y para ello tenemos un programa que aún no me creo que nos estén dejando publicar, repleto de invitados. Disfrutad del especial 50 programas de Las Moderadoras Y cuidado con volcar de chorro, que el Jeff-azo vigila.

Soy Una Pringada ha decidido que es la hora de utilizar su poder para su propio beneficio. Pero para ello necesita secuaces. Así que para empezar ha convertido a Yenesi en su propia mini-yo. A saber donde acabamos si estás dos consiguen alcanzan el poder...

Ha llegado el momento de que Yenesi y Soy Una Pringada se unan para siempre. Sed bienvenides a una unión que será histórica.

Esty compra una caja embrujada que convierte a la tranny doll en una muñeca XL. Yenesi se disfraza de su mayor pesadilla con el fin de superar sus traumas.

A Yenesi le ha picado un micrófono radioactivo y ahora no puede para de cantar absolutamente todo. Esperamos que no sea contagioso....

La oficina cuenta con un nuevo programa de incentivos por los que Soy Una Pringada y Yenesi podrán acumular moderacoins a cambio de cada tarea realizada, que podrán canjear por premios chulísimos. Seguro que encuentran la forma de aprovecharse de este sistema sin dar un palo al agua.