Muchas emociones y sensaciones encontradas en un fin de semana muy especial para Alonso, en el que afrontaba su despedida de forma oficial con la emblemática Scuderia. Además del anuncio y ruedas de prensa de su marcha, ofrecidos dos días antes, también se muestra más de cerca la intensa vida en el paddock, cómo es el ambiente del interior del motorhome de Ferrari o qué supone para el piloto unos entrenamientos libres tan poco afortunados como los vividos en su último fin de semana con La Scudería. Esta primera parte también incluye su despedida del equipo y de sus compañeros, de la que el propio piloto comentaba: "Primero habló Mattiacci con ellos y estuvieron cinco o seis minutos aplaudiendo. Luego me tocó a mí. La verdad es que ha sido una despedida muy emotiva". Hubo hueco para momentos de relax dentro de Abu Dhabi, aunque muy escasos, como una cena de despedida con la gente de Antena 3, en la que al piloto se le ve más suelto. "Todos nos conocemos un poco mejor. En el ambiente de carrera es complicado conocer el interior de una persona. Ellos me acompañan siempre, es como una cena de despedida... No sé si el año que viene veremos a todo el mundo por aquí".

En esta segunda parte, el documental se centra en la carrera del domingo en Abu Dhabi, en la que Fernando Alonso acabó noveno, y aunque no fue una cita nada cómoda en lo deportivo, tuvo una carga muy alta en lo emocional. Después de vivir su despedida, las últimas sesiones de entrenamientos libres, la clasificación... Tocaba la carrera. Y Alonso lo confiesa: no fue un domingo nada cómodo. Su último domingo como piloto de rojo fue complicado, había dormido mal por toda la carga emocional que llevaba y acabó pagándolo en la carrera. Antes tuvo que solventar, como buenamente pudo, la indiscreción de Su Majestad Don Juan Carlos. Al monarca se le escapó lo de McLaren, y obviamente generó no pocas risas. De hecho, en el documental, Alonso recuerda "la que le lió" el Rey. Antes de la carrera, Alonso junto a su fisioterapeuta y hombre de confianza, Fabrizio Borra, descubre uno de los grandes secretos del español. Lo que el piloto llama 'la máquina de Fabri' sirve para medir las constantes vitales del piloto, su estado físico, la hidratación, etc. En función de los datos obtenidos, Fabri da de comer y beber más o menos a Alonso. El asturiano también realiza ante la cámara otro de sus rituales: hablar con su padre. Para Alonso su padre es una pieza fundamental, y con él conversa un rato, corto, en el que le cuenta la estrategia prevista, que se va a llevar dos monos al museo... Porque esa es una de las sorpresas que Alonso descubrió mientras grababa el documental. El mono conmemorativo que vistió el domingo en la carrera no se lo esperaba, y su cara al verlo mereció totalmente la pena. La despedida de Alonso de Ferrari tiene su punto más emotivo cuando habla acerca de uno de sus mecánicos, el de la rueda delantera izquierda. El piloto asturiano quiso mantener la compostura durante toda la carrera, pero cuando vio que una lágrima se le escapaba a ese mecánico, casi se descompone en la misma parrilla de salida. De este integrante de