Mimicidios

Reagan Tokes era una universitaria de 21 años que estaba a punto de empezar un nuevo y emocionante episodio en su vida, pero la falta de rigidez y control de la justicia con un preso acabó con sus sueños y su vida.

Kenny Countie era un chico de 24 años con discapacidad intelectual que, tras ser expulsado del ejército y morir así su sueño militar, solo quería encontrar el amor. Lo encontró en una empresa de contactos, una mujer algo mayor que prometió encargarse de él. Unas semanas después de conocerla, Kenny estaría muerto.

Tracy Paules era una adolescente de Miami a quien el juicio contra Ted Bundy, celebrado en su ciudad cuando ella era adolescente, le marcó para querer estudiar derecho y convertirse en fiscal. Fue estudiando la carrera cuando Bundy fue incinerado en la ciudad en donde estudiaba, Gainsville. Nadie podría presagiar que Tracy sería la última víctima de otro asesino de universitarias.

Las restricciones por Covid afectaron a todos en mayor o menor medida, pero para un pequeño argentino de 5 años, Lucio Dupuy, significó estar encerrado con sus maltratadoras.

Sereena Abotsway tuvo un recibimiento cruel al mundo. Tras quedar huérfana por culpa de las drogas cuando era un bebé, pasó los siguientes años en casas de acogida. Tuvo suerte y se topó con una familia que lo intentó, pero el daño y la tendencia a la violencia la llevaron a vivir y trabajar en las calles. Desapareció en 2001 y más de un año después sus restos fueron encontrados en una granja de cerdos junto con los de decenas de otras víctimas.

Alex Woodworth fue asesinado de 16 puñaladas y dejado en medio de un campo a morir, ahora es trabajado de la policía descubrir si la novia de su amigo Jason, y ex amante de Alex, lo ha hecho en defensa propia o a sangre fría.

Saltanat Nukenova cayó rendida ante los encantos del ex Ministro de economía. No escuchó a quienes decían que era muy mayor para ella, ni a los que decían que era un corrupto, ni a los que contaban lo mal que trató a sus ex mujeres, y unos meses después de conocerse se casaron. En menos de un año desde la boda Saltanat sería asesinada.

Elizabeth Olten tenía 9 años cuando salió a jugar con una vecina de 6 años y nunca más fue vista. Gracias al testimonio de esa niña y las confesiones en un diario, el FBI encontró al culpable en tiempo récord, aunque sería demasiado tarde para Elizabeth.

Jason Sweeney no caería en la droga y delincuencia como los otros chicos de su barrio en Filadelfia, él quería ser marine, un Navy Seal, y ahorraba todo lo que ganaba como albañil para pagar la academia. Nada le hacía sospechar que una cita con una chica encantadora terminaría con sus sueños.

Cuando Diane se despidió de sus hijos y su prometido de camino al trabajo aquella mañana de octubre, no sabía que sería la última vez que los vería. La única pista, su bolso tirado en el suelo. Tras tres días de desesperada búsqueda, descubrieron que Diane se cruzó en el camino de un asesino en plena matanza.

El verano de 2009 iba a ser el mejor verano de Brenda Lin; cumplía 15 años y se iba, por primera vez, de vacaciones sin su familia. Sería en ese viaje, a horas de su casa, en donde Brenda descubriría que toda su familia había sido asesinada, pero eso sólo sería el comienzo de su pesadilla.

Vera Jo Reigle apareció asesinada en las vías del tren en 2011. Sería trabajo de la policía desenmarañar la trama familiar de todos los que participaron en su muerte, muchos de los cuales caminan libres a día de hoy.

Claudia y Oliver formaban un matrimonio anciano, religioso y familiar. Cuando un domingo no acudieron a su habitual misa, familiares y amigos intentaron localizarlos desesperadamente. Los encontrarían en su casa, en su cama, brutalmente asesinados a puñaladas, mutilados y destripados. La única pista del crimen serían unos rumores en el instituto del pueblo.

Lisa McVey era una chica de 17 años que, tras años de abuso físico y sexual, tomó la decisión de suicidarse; pero, el día que lo iba a llevar a cabo, un violador y asesino en serie se cruzaría en su camino y el destino le haría luchar por la vida que estaba dispuesta a quitarse.

Jessie Blodgett vivía por y para la música: canto, violín, piano, nada se le resistía. Cuando Jessie apareció muerta, aparentemente estrangulada, en su cama en la casa de sus padres, nadie entendía qué había pasado. Aunque la última entrada del diario de Jessie, escrita la noche de su muerte, apuntaba a dos posibles culpables, el asesino resultó ser alguien mucho más cercano.

Faiza Ashraf fue secuestrada cerca de Oslo de camino al trabajo. Desde el maletero de su secuestrador pudo llamar y hablar con la policía durante más de 30 minutos en los que les dio todo tipo de detalles, como la descripción de su secuestrador y el nombre de la persona que lo podría haber encargado, pero no fue suficiente para que la policía la encontrara a tiempo.

Ernie Ibarra Jr. trabajaba más de 18 horas al día para mantener a su joven pero numerosa familia, pero no era suficiente. Con esperanza de conseguir dinero, su esposa Samantha empezó un canal de Youtube en donde vloggeaba sobre su vida, pero cuando empezó a mostrar a sus hijos esto supuso un problema en la pareja.

Briana Ghey tenía solo 16 años cuando fue apuñalada hasta la muerte por la que se hacía llamar su amiga, pero detrás de esa falsa amistad solo había envidia y transfobia, motivos que llevarían a dos adolescentes a terminar con la vida de alguien que nunca les hizo nada.

Grace Millane estaba viajando por el mundo en su año sabático tras terminar la universidad. Para celebrar su 22º cumpleaños estando en Nueva Zelanda, decidió salir a tomar algo con un match de Tinder: su asesino.

Queena Phu estaba a puertas del episodio más emocionante de su vida: graduarse del instituto, el baile de fin de curso y empezar, con una beca total, en su universidad soñada. Sin embargo, una semana antes del baile, un brutal ataque cambiaría el rumbo de su vida para siempre.

Lo espantoso del asesinato de Imette St. Guillen es que la convirtieron en víctima de lo que intentaba combatir. Alumna condecorada en justicia criminal a punto de graduarse y voluntaria en un centro para mujeres víctimas de abusos sexuales, Imette fue encontrada violada y asesinada a pocos días de su 25º cumpleaños y a pocas semanas de su graduación. Su muerte no sería en vano y llevaría a la creación de leyes y estatutos que previnieran crímenes como el suyo.

Daniel Morcombe tenía 13 años cuando desapareció de una parada de autobús en Australia. Un pésimo trabajo policial tuvo a la familia (y a toda Australia) con el corazón en un puño durante años hasta que en 2011, 8 años después del crimen, una operación encubierta dio con el responsable.

Teri Brandt llevaba la vida de sus sueños, vivía una vida bohemia al sur de Florida, estaba felizmente casada con un hombre desde hacía 19 años y tenía unos amigos y una familia maravillosa. Pero cuando un huracán los obligó a refugiarse en casa de su sobrina, un macabro descubrimiento dejaría en evidencia los secretos que guardó una familia durante décadas.

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