Los niños juegan a los atropellados mientras Don Moncho cuida a la sobrina de Milagros.

Federrico tiene muelas picadas y su madre lo hace ir al dentista. Él finge estar enfermo para no ir, pero termina siendo llevado allí por Don Moncho

Don Salomón invita a doña Carlota a ir al cine y terminan siendo acompañados por todos.

Don Moncho está preocupado por ver siempre a Milagros acompañada por el mismo hombre. Con la ayuda de los niños, decide investigar.

Don Moncho celebra su cumpleaños y pasa el día dando pistas a los vecinos sobre lo que le gustaría ganar como regalo, con la esperanza de recibir algo.

Federrico deja que la fama se le suba a la cabeza por participar de un concurso de canto. Don Moncho les dice a los otros niños que el cachetón se curaría tomando duchas frías hasta que se vuelva afónico y no gane el concurso.

En el primer día de clases, todos los padres acompañan a sus hijos a la escuela, y Don Moncho acompaña a Yoyo, que es huérfano.

Don Moncho le dice a Federrico que cuando era joven actuó en una película del oeste, por lo que los niños jugan a los vaqueros.

Don Moncho monta un tenderete para vender revistas de comics, pero los niños lo molestan.

El barrio de Federrico es seleccionado para grabar una película. El cachetón se convierte en uno de los actores, y Don Moncho también se esfuerza por participar.

Doña Carlota ve un maniquí dentro de la casa de Don Moncho, y todos creen que él secuestró a una muchacha.

Doña Carlota y Don Moncho deciden darse tregua y hacer las paces. La pregunta sigue siendo si esto durará mucho.

Don Salomón deja sus muebles en medio del patio para mudarse a otra casa.

Los delincuentes de la banda "El Sapo" preparan un secuestro en el barrio el mismo día que Don Salomón y Don Moncho hacen una serenata a Dona Carlota y Milagros.

Don Salomón le a Don Moncho que le dé a Doña Carlota un anillo de compromiso en una velada romántica.

Milagros invita a todos a una fiesta en su casa, pero Don Moncho se avergüenza de no tener ropa para ir. Finalmente, decide ir vestido de mago.

El médico le recomienda a Pichicho seguir una dieta para adelgazar y Don Salomón deja encargado a Don Moncho para que vigile a Pichicho en su dieta.

Dos pajaritos idénticos, en jaulas iguales, crean un mar de confusiones a Doña Carlota y Milagros.

Don Moncho recibe un telegrama informándole de una herencia dejada por un tío recientemente fallecido. La pregunta sigue siendo qué tío realmente dejó para su sobrino.

En el barrio se celebra la fiesta de los buenos vecinos. Los niños pelean para ser los primeros a ofrecer su actuación artística, lo que hace que los mayores acaben discutiendo.

Federrico corre la noticia de que su madre se va a casar con un chino.

Don Moncho corta el agua del barrio para venderle a los vecinos cubetas de agua.

La profesora Milagros enseña anatomía a los niños.

Milagros da lecciones de guitarra a Federrico.

Un nuevo vecino llega al barrio, Don Vito, quien vivirá en la misma casa que solía vivir Don Moncho, incluso sabiendo lo insoportables que son los niños del barrio.

Los niños quieren ver, en la televisión, un programa del grupo Menudo, mientras que Don Vito y Don Salomón quieren ver el concurso de Miss Universo, y Doña Carlota y Milagros un especial de Julio Iglesias. Por lo tanto, todos los vecinos compiten por la misma televisión.

Federrico y Pichicho roban dinero de sus casa para darle a Yoyo, el niño huérfano, para que él tenga un buen futuro.

Don Vito abre un negocio de venta de ropas.

Don Vito deja el barrio por estar cansado de los niños. Sintiéndose culpables, hacen una carta para que regrese

Federrico y Don Vito participan de un concurso donde el cachetón se disfraza de muñeco ventrílocuo.

La maestra Milagros da clases de musica a los niños, hablando de Beethoven.

Federrico y Pichicho deciden dividir el patio para que cada uno juegue en su terreno. Esto lleva a Doña Carlota a discutir con su amor, Don Salomón.

Don Vito juega béisbol con los niños, y juntos, sin darse cuenta, golpearon a Doña Carlota, dejándola inconsciente. Federrico y todos los vecinos del barrio están muy tristes.