Doctor Mateo
De lo que pasó con Elvis, David Bowie y Bustamante (1x7)
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Mateo recibe la inesperada visita de sus padres, con quienes no tenía ningún tipo de contacto desde hace años. El padre -todo un seductor-, va haciendo amigos, y sobre todo amigas, por todo el pueblo, para enfado de Mateo que le conoce bien y sabe que todo es una fachada para aparentar encanto, maneras galantes y sociabilidad. La verdad -sin embargo-, es otra, y la visita no es de cortesía: traman algo, y Mateo se huele que no es nada bueno.
Adriana y Dani siguen su relación, pero ahora el arquitecto ha decidido dar un paso adelante y establecerse en el pueblo. Adriana al principio está encantada, pero muy pronto se da cuenta que su espacio vital está siendo invadido y que esto le afecta más de la cuenta.
Quien no tiene dudas respecto a la llamada del amor es Alfredo, quien decide pedir la mano a Julia. El problema surge de su inexperiencia y timidez en estos asuntos, por lo que la novia deberá tirar del carro si quiere que el policía se atreva a dar el paso definitivo.
Médicamente, Mateo se enfrenta a un paciente difícil de aguantar, en el sentido más literal del diagnóstico: un paciente exuda un olor insoportable, y por muchas pruebas que nuestro médico le hace, no logra averiguar la causa, ¿podría ser una enfermedad desconocida, o sólo una asunto pedestre y de fácil solución?
Riqui da un curso de socorrismo, y Marga se apunta, deseosa de cambiar de rumbo profesional. Las consecuencias son fatales, y pondrán patas arriba la convivencia entre la pandilla de jóvenes. Marga, al parecer, tampoco tendrá un futuro salvando vidas dentro del agua.
Tom se ve en una encrucijada que le quita el sueño: pretende recuperar el afecto de su hijo a quien abandonó de niño para seguir su bohemia carrera de músico. El chaval, lleno de rencor, no se lo pondrá nada fácil y Tom deberá pasar más de un mal trago si aspira a que la relación avance.
Finalmente la verdadera razón de la visita de los padres de Mateo queda al descubierto, y nuestro