Gracias a la Guardia Urbana, en Palermo ya no hay cacas, pero sí estafas. Felipe se infiltra en una cafetería y no puede evitar meterse en líos.
Gracias a la Guardia Urbana, en Palermo ya no hay cacas, pero sí estafas. Felipe se infiltra en una cafetería y no puede evitar meterse en líos.