En el pueblo de Villaveza del Agua, la muerte de Genaro, un hombre corrupto, desata una serie de conflictos en los que su viuda Atilana y sus hijos luchan por sobrevivir bajo la tiranía de Doña Garibalda, la matriarca local. Entre los problemas familiares y las intrigas del pueblo, la tragedia de Bela, que busca escapar de un pasado oscuro, desencadena una serie de eventos dolorosos que revelan la crueldad y desesperación de sus habitantes.

En Villaveza del Agua, la influencia tiránica de Doña Garibalda sigue obstaculizando a los Bernardino, impidiéndoles enterrar a sus muertos y destruyendo sus bienes. A medida que los conflictos escalan, se revelan las tensiones familiares: Garibalda y Atilana, hermanas, están enfrentadas mientras sus hijos y el pueblo sufren. La situación empeora cuando Braulio encuentra a su hermano Demetrio, ya en ruinas, y lo mata en un arranque de desesperación. En medio de este caos, Baldo huye para enlistarse en la guerra de Cuba, buscando escapar de su opresiva realidad, mientras Amparo, con un carácter extraño y brutal, asesina al enterrador Agustín.

En Cuba, Baldo usa sus conocimientos de botánica para ayudar en la enfermería mientras la guerra y la fiebre amarilla hacen estragos; pierde a su amigo Teodoro y enferma gravemente. En Villaveza, la vida transcurre entre amores secretos, sospechas de asesinatos, y la creciente influencia de Atilana, quien entierra simbólicamente a Baldo tras recibir noticias de su muerte, marcando su poder sobre el pueblo.

La rivalidad entre Atilana y Garibalda, nacida del abuso infantil y los celos, culmina en una venganza que deja a ambas vacías. Atilana, con poder absoluto, sucumbe al vacío de su triunfo mientras su hija Amparo emerge como una figura perversa y destructiva, perpetuando un ciclo de odio en un mundo en transformación.