Antonia Williams se entera que su marido Gregorio Sanfuentes le quitó todo su patrimonio, y que se irá lejos con su amante Margot.
Sin muchas alternativas, Williams decide que se irá lejos a Londres junto a su hijo, por lo que le dice a Cornellius que ya no se verán más.
El simpatizante nazi no solo rechaza aquella noticia, sino que le reclama a ella que está enamorada enfermizamente de su hijo Gaspar.
Por otro lado, Cornellius al ser interceptado y amenazado con un arma por Pedro Ramírez, decide hacer explotar la cantina del pandillero y acabar de una vez por todas con él.
